Un
comienzo de año
crudo
y desabrido,
calles
casi desiertas,
ambiente
húmedo y sombrío
en
el invierno mas frío.
Ante
nuestros ojos,
un
Guadalquivir que baja bravo y caudaloso
con
un cauce ocre y turbulento
que
se funde con el agua salada
de
un infinito Atlántico adentro.
Playa
completamente desierta,
algún
transeúnte abrigado
paseando
a su perro,
o
algún deportista raudo
que
corre por el paseo.
En
nuestro pueblo,
una
Sanlúcar asediada por el paro
y
los recortes sociales,
en
estos malos tiempos para el obrero,
poca
vida en ese ambiente aletargado
de
la cara mas dura del invierno.
Cielo
de plomo y cenizas
que
amenaza con llover,
mujeres
a la compra
colegiales
salpicados por doquier,
abuelos
camino del ambulatorio,
comerciantes
para abrir
sus
locales de rebajas en tiempos de crisis,
y
algún empleado municipal
que
trajina de aquí para allá.
En
el fin de semana
el
ambiente se animará algo
con
la llegada de algún foráneo
que
frecuentará nuestros bares,
santuarios
de la tapa y manzanilla
que
dan vida a nuestras calles.
Neblinas
matinales,
humo
de tiro de chimeneas,
ropa
de abrigo, paraguas,
y
un ambiente húmedo
que
se respira y entra hasta los huesos,
estampa
invernal de mi pueblo ...
José
Manuel Monge Alvarez (Sanlúcar de Barrameda 1964)
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