Agua de
lluvia, agua del mar,
agua
del cielo, de los glaciares,
de los
ríos y sus rápidos caudales,
agua de
las entrañas de la tierra,
agua,
agua clara y fresca.
Agua
para regar los campos
y dar
abundancia a las cosechas,
para
apagar los fuegos
de los
incendios que desnudan la tierra,
agua
para que vivan los peces,
para
beber sorbos ávidos el ganado,
para
lavar y quitar la sed de las gentes,
agua,
agua clara y transparente.
El agua
más torrencial,
o la
más escurridiza
que se
abre camino entre los valles,
agua
que pinta de azul y verde los paisajes,
agua de
abril oliendo a azahares,
agua
escasa y difícil del desierto,
agua
profunda de océanos infinitos,
agua de
los remansos mas cristalinos.
Agua
fiera del salto de la cascada,
agua
dulce o agua salada,
de la
bravura intrépida de los rápidos,
agua espumosa de ola de mar,
agua
fría y limpia de manantial,
agua
fuente de la vida
agua,
agua nada más.
José
Manuel Monge Álvarez (Sanlúcar de Barrameda 1964)
Hola.
ResponderEliminarSoy seguidora tuya, ya que la poesía me encanta, y también me dedico a escribirla.
El agua es preciosa...
¿Te importaría pasarte por mi blog?
http://yesteesmigranitodearena.blogspot.com.es/
Gracias.
DELICIOSAMENTE BELLO
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