sábado, 1 de febrero de 2014

LO QUE DEJÉ POR TÍ


Dejé por ti mis bosques, mi perdida 
arboleda, mis perros desvelados, 
mis capitales años desterrados 
hasta casi el invierno de la vida.


Dejé un temblor, dejé una sacudida, 
un resplandor de fuegos no apagados, 
dejé mi sombra en los desesperados 
ojos sangrantes de la despedida.


Dejé palomas tristes junto a un río, 
caballos sobre el sol de las arenas, 
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío. 

Dame tú, Roma, a cambio de mis penas, 
tanto como dejé para tenerte.


Rafael Alberti (El Ptº de Stª María 1902 - Ibideim 1999)

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