Inesperadamente
tu amor llega a mi vida,
mujer de
besos hondos y plenitud creciente,
como brota
un retoño de una rama caída,
como en un
río seco renace la corriente.
Llegas como
las nubes, inesperadamente;
inesperadamente
llegas como el verano,
para
dejarme el peso de una sombra en la frente
y un dolor
de raíces profundas en las manos.
Y es que tu
boca alegre me inspira un beso triste,
y en tus
ojos cercanos veo un mirar ausente,
porque sé
que algún día, lo mismo que viniste,
te me irás
de los brazos, inesperadamente...
José Angel
Buesa (Cuba 1910 - República Dominicana 1982)
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