lunes, 2 de mayo de 2011

VAGABUNDO






Anoche al pasar
vi en la calle a un pordiosero,
uno de esos vagabundos harapientos,
que con un instrumento,
esparcía notas al viento

Junto a él, un perro viejo,
en el suelo, un sucio sombrero,
en torno a él, los chiquillos,
de vez en cuando,
alguien le suele echar un donativo.

La noche era fría,
aunque eso sí, estrellada,
y a medida que avanzaba
todos se recogían en sus casas,
dejando las calles solitarias,
pausilanimes,
desoladas.

El barbudo vagabundo,
ha empezado a recoger sus cosas;
parece que se va,
que se marcha.
Con un mugriento saco,
recostado a sus espaldas,
solamente anda y anda,
su perro, cabizbajo,
se pierde entre sus pisadas.

Camina pensativo por las calles,
tal vez piense en su pasado,
su familia, su casa,
o tal vez nunca tuvo familia,
ni trabajo,
ni casa, ni una sola oportunidad,
ni nada.

Por caminos pedregosos,
siempre ha vagado
de un sitio para otro,
en su mente solo un ideal,
la libertad,
no le importa el frío,
el calor, ni el hambre,
ni las penalidades por pasar,
simplemente se limita
a recordar,
mientras que sus piernas,
nunca cesan de caminar.


José Manuel Monge.

2 comentarios:

  1. Me ha dejado helado entender bien a la gente que va por la calle, los que llamamos vagabundos. Hoy en especial leo estos poemas con musica de piano de fondo. Siento que mis ojos vuelven a ver, cae tanta basura de ellos, me siento mas sucio que aquel solitario vagabundo :( es bueno pararse y realmente ver el panorama. No solo de reojo. Saludos, y gracias por tan bonita aportacion.

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