jueves, 1 de mayo de 2014

RIMAS



 RIMA XLIX

  Alguna vez la encuentro por el mundo, 
        y pasa junto a mí; 
y pasa sonriéndose, y yo digo: 
        —¿Cómo puede reír?

  Luego asoma a mi labio otra sonrisa, 
        máscara del dolor, 
y entonces pienso: —Acaso ella se ríe, 
        como me río yo.



 RIMA XXIX

  Sobre la falda tenía 
    el libro abierto; 
en mi mejilla tocaban 
    sus rizos negros; 
no veíamos letras 
    ninguno creo; 
mas guardábamos ambos 
    hondo silencio. 
¿Cuánto duró?  Ni aun entonces 
    pude saberlo. 
Sólo sé que no se oía 
    más que el aliento, 
que apresurado escapaba 
    del labio seco. 
Sólo sé que nos volvimos 
    los dos a un tiempo, 
y nuestros ojos se hallaron 
    ¡y sonó un beso!

                      *
Creación de Dante era el libro; 
    era su Infierno. 
Cuando a él bajamos los ojos, 
    yo dije trémulo: 
—¿Comprendes ya que un poema 
    cabe en un verso? 
Y ella respondió encendida: 
    —¡Ya lo comprendo!




Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla 1836 - 1870 Madrid)

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