jueves, 1 de noviembre de 2012

EL LOCO



Es una tarde mustia y desabrida
de un otoño sin frutos, en la tierra
estéril y raída
donde la sombra de un centauro yerra.
Por un camino en la árida llanura,
entre álamos marchitos,
a solas con su sombra y su locura
va el loco, hablando a gritos.

El loco vocifera
a solas con su sombra y su quimera.
Es horrible y grotesca su figura;
flaco, sucio, maltrecho y mal rapado,
ojos de calentura
iluminan su rostro demacrado.

Por los campos de Dios el loco avanza.
Tras la tierra esquelética y sequiza
--rojo de herrumbre y pardo de ceniza.
hay un sueño de lirio en lontananza.
Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano!
.¡Carne triste y espíritu villano!.
No fue por una trágica amargura
esta alma errante desgajada y rota;
purga un pecado ajeno; la cordura,
la terrible cordura del idiota.

Antonio Machado (Sevilla 1875 - Francia 1939)

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