domingo, 2 de octubre de 2011

MEDITACIONES DE VEJEZ



Hoy en un rato de reflexión,
he pensado en tantas cosas de la vida,
algo que quizás veremos algún día,
algo que quisiera decirte compañera mía.

En esos días en que seamos viejos
con voz vacilante y piel arrugada,
cuando nos tiemblen las manos
y nos duela la vista cansada,
cuando seamos ya casi del pasado
y aparezca nuestra cabeza nevada.

Entonces nos sentaremos a hablar
con rostro sereno y alma afligida,
con palabras llenas de sabiduría,
invocando tiempos felices
y aquella joven plenitud perdida.
Los tiempos difíciles
y las reuniones en familia,
cuando valíamos para algo
y aún nos querían.

Cuando esto ocurra,
ya casi no nos importará nada,
pues estaremos juntos esperando,
hablando de nuestras cosas añoradas,
hasta que la vida nos expulse
a unos sinfines de sendas bordadas,
bordadas puntada a puntada.

Allí permaneceremos juntos,
como hasta ahora,
como siempre hemos estado,
atados y unidos por siempre.



José Manuel Monge  Alvarez (Sanlúcar de Barrameda 1964)

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