lunes, 8 de febrero de 2021

CARTA A UN PADRE BUENO


 

Naciste en una tierra de sol, de casas blancas del sur, de olores a bodega y Guadalquivir. 

Te criaste pobre pero feliz entre huertos, cortijos y viñedos, como era habitual en esos tiempos, yendo más bien poco a la escuela y empezando a trabajar duro desde muy joven.

Un matrimonio feliz  con una sanluqueña guapa, una hija malita de ojos expresivos y luego vino un varoncito gordito, travieso y rebelde ...

Con una maleta, un traje, un sombrero y unas botas que era lo único que tenías, como muchos otros tuviste que partir en un tren con destino frio y lejano, para trabajar en Alemania durante cuatro largos años; tiempos de postguerra y emigración para que a tu familia no le faltase de comer.

Unos años más tarde, ya de vuelta,  tu fuerza y tu espíritu incansable y trabajador, huyendo de las necesidades de nuestra tierra, trasladó toda tu familia muy al norte, a orillas del Ebro,a un lugar de fabricas, obras nuevas y campos de viñedos de Rioja. Allí perdimos a nuestra hermana pero pronto nació otra niña, moderada, tranquila, responsable y humana que te cuido como nadie hasta el final.

Vuelta a Cádiz  tras una década de trabajo y de vida de familia obrera en la fría y prospera Álava que se sumó a toda una existencia humilde, sencilla, hogareña, unida.

Allá donde fue y estuvo, fue apreciado, reconocido y querido por su nobleza, por su talante alegre, su verbo andaluz, su esfuerzo generoso y disciplinado allá donde trabajó, por su vida sana siempre alejada de vicios y malas costumbres, por todas esas cosas buenas e importantes que dejan huellas imborrables en el recuerdo de las personas.

Te fuiste apagando y consumiendo tras una larga enfermedad, tranquilo, casi sin quejarte, tal vez ya casi no te quedaban fuerzas tras esa vida de lucha y extensas jornadas de trabajo para sacar a tu familia adelante.

Nos dejaste demostrando tu fortaleza rondando los noventa, dejándonos un ejemplo de lucha, generosidad, honradez y de todas esas cosas que poco a poco marcan o escriben el camino vivido hasta el final.

Te echaremos de menos Rubio, Pepe, Bochi, Papa'. Descansa en paz, nos dejas un ejemplo de vida que nunca  podremos igualar ...

 

PD: Fotografia haciendo el servicio militar en el Cuartel de Caballería de Pineda (Sevilla). Años 50.